Una Visualización Curativa con la Llama Violeta











PARTE I: Cómo Trabaja la Llama Violeta


El espectro electromagnético está compuesto de varias frecuencias o longitudes de onda que incluyen ondas de radio, radiación infrarroja, rayos ultravioletas, rayos X, rayos gama, rayos cósmicos, como se estudia en el teclado cósmico Rosacruz. La luz solar visible no es sino una pequeñísima porción de este espectro electromagnético. De esta luz visible la violeta es la de más alta frecuencia y de más corta longitud de onda y está al límite o punto de transición al otro espectro "invisible" de luz divina espiritual interna y como tal transciende a un fenómeno espiritual más bien que físico. En las enseñanzas Rosacruces la manifestación de esta luz violeta en el aura es considerada como resultado de un alto avance del estudiante del Sendero (1) Al igual que la luz física, esta luz divina es también descompuesta o refractada en siete rayos, cada uno con sus propias y específicas cualidades y servido por un Maestro Ascendido. Esta luz divina, descompuesta en siete rayos, es descrita por la investigadora esotérica Helena Petrovna Blavatsky.


La Llama Violeta cuando invocada es capaz de limpiar el cuerpo físico y el aura de toxinas y químicos, virus físicos, drogas y polución. Problemas emocionales y experiencias angustiosas de temprana edad o de pasadas vidas, cicatrices de pasados perjuicios, miedo y ansiedad, karma, odio y otras emociones negativas pueden transmutarse usando correctamente esta técnica. Esta llama trabaja incrementando la rata vibratoria a la cual los electrones se mueven en el átomo. Como se afirma en las enseñanzas Rosacruces todo es vibración o frecuencia y cada persona (o ser viviente) puede definirse como un número que representa su rata de vibración. Mediante el cambio de la rata de vibración de los cuerpos emocional o físico los otros cuerpos por acción simpática siguen esta misma acción. Y así las vibraciones del individuo como un todo son "elevadas" o transmutadas a un estado más elevado. Esta técnica guarda un cercana similitud con las visualizaciones Rosacruces para curar a otros o al planeta que se practican regularmente en logias y capítulos y como tal puede ser valorada como una variación de estas prácticas con un foco o forma diferente pero con el mismo objetivo final.


Los átomos tienen en su mayor parte espacios "vacíos" o "huecos" entre los electrones y el núcleo. Este espacio está lleno con la energía pulsante del Espíritu Santo que está siendo calificada y estampada con las impresiones de nuestros corazones y mentes así creando una densificación de esta energía. Las bajas emociones negativas y el bajo pensamiento crean una sustancia de mas baja rata vibratoria entre el núcleo y los electrones que aminora el movimiento libre de los electrones. Odio y otros pensamientos y sentimientos negativos en realidad crean ácidos (excesiva cantidad de gases de ácido fosfórico, ácido úrico y ácido carbónico) que el cuerpo no puede asimilar. Por consiguiente la densidad de la enfermedad persiste dentro de la órbita atómica. La humanidad ha estado haciendo esto por cientos de miles de años. Con la práctica de visualización con la Llama Violeta, por transmutación de energía, las vibraciones de este espacio hueco se incrementan de manera que los electrones se pueden mover más rápido. Este incremento de velocidad a nivel atómico está en proporción directa al incremento del intercambio de energía entre la Fuente y el individuo y de regreso a la Fuente, el "dar" y el "recibir".


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