MADRE MARIA – Llorar por los que se fueron no tiene sentido











Llorar por los que se fueron no tiene sentido


Ustedes están en un estado de transitoriedad. La vida es transitoria, la muerte del cuerpo físico es transitorio.


Este mundo en la Tierra; es un mundo de llegadas y partidas. De éxitos y fracasos. De niños, viejos.... de entendimientos y desencantos.


Todas las veces que ustedes se apegan a un lado de la balanza, el otro irá a su encuentro, como un gran péndulo que exige de ustedes el equilibrio.


Mis amados, para vencer el karma, para superar los desafíos, para hacer aflorar desde dentro de ustedes el Yo de la Maestría; es preciso un profundo desapego y una profunda entrega espiritual. Pero, nosotros estamos aquí para facilitar su caminata. Y estamos aquí explicando, un poco, lo que significa caminar en la luz.


Desapeguen, suéltense... Suéltense de los deseos de felicidad. Suéltense de las idealizaciones que crearon para sí mismos. Dejen el péndulo fluir libremente de un lado hacia otro. Porque él mismo se equilibra en sí.


Ese péndulo, que se balancea y los incomoda porque no les trae el éxito de sus emprendimientos, tan sólo muestra que es preciso entregarse.


Aquellos que se fueron, deben ser liberados de su corazón. Porque ustedes no deben, nunca, precisar de nadie. Ustedes deben bastarse y amarse. Y amar a todos los otros de forma profundamente generosa y tranquila. Y esa generosidad hará su sanación, los traerá a su equilibrio.


La muerte no es un castigo. La vida no es tan sólo oportunidad.


La muerte es una consecuencia de la vida. Y la vida es un eterno re-crear de oportunidades y aprendizajes.


Las personas esperan demasiado de la vida. Y con eso se decepcionan. Crean, crean y crean constantemente sueños; para posteriormente desilusionarse. Y ahí, culpan al karma, culpan al destino, culpan al padre o a la madre, o al hijo que no viene, o a las relaciones que no se abren.


Karma es todo eso. Karma es el reflejo de sus acciones. Es el reflejo proyectado por ustedes mismos.


En el momento en que ustedes se re-crean y que crean dentro de ustedes, nuevos reflejos se están aseñorando de su karma. Y limpiando, limpiando su historia.


Muchas veces, en nuestra condición de mentores, orientadores, nosotros los vemos llorar justamente en los momentos en que más están siendo bendecidos. Con sanaciones, con liberaciones, con transformaciones, con avance en sus conciencias.


Mis amados... Quiénes serían ustedes si todos los días tuviesen, en sus vidas, aquello que planearon?


Los más viejos aquí saben cuántos sueños tontos ya alimentaron. Los más viejos aquí en esta sala saben, cuánto deben agradecer por algunos sueños que no se concretaron.


Los más jóvenes, deben usar su capacidad de amor para amar verdaderamente. No tan sólo el objeto de su pasión; un hombre o una mujer. Ni tampoco una historia. Sino, amar el día porque es día. La lluvia porque llueve. Al niño que pasa por la calle, siendo o no su hijo, su hermano o su amigo.


Cuando ustedes comienzan a mirar al prójimo con amor, a vivir con amor, están cambiando su karma. Están cambiando todas las Leyes.


Yo abogo por ustedes junto a Gran Tribunal de los Señores del Karma. Yo pido por la liberación y por el amor. Y creo en la superación de cada uno.


Yo los amo como mis hijos, porque todos son míos y porque a todos pertenezco.


Mis amados... Transformen sus vidas en pasos hacia la eternidad. Y no lloren por aquellos que se fueron, porque también ustedes se irán. Es más, ya se están yendo. Porque la vida es el caminar.


Caminar en el Amor, caminar en la Luz.


Yo Soy María y los bendigo.
Tengan Luz y tengan Paz.


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