PEQUEÑOS DESEOS (Besant/Leadbeater)






por Annie Besant y C.W. Leadbeater

(tomado de "A LOS PIES DEL MAESTRO: Platicas sobre el Sendero del Ocultismo" vol. 1)




Además, debéis precaveros de ciertos pequeños deseos que son comunes en la vida diaria. No deseéis jamás brillar o parecer superior en ningún sentido. (tomado de "A los pies del Maestro")

C.W.L. - Muchos son los que desean pasar por inteligentes, destacarse entre los demás. Pero quien haya visto al Maestro cara a cara no puede ya pensar en distinguirse personalmente. Quien ha visto tal gloria, advierte al momento que todo el brillo que él pueda producir no es más que débil lucecilla en comparación con el sol. Tal idea no se le ocurre ya, y si la tuvo, se extingue en él. Todo aquel que imagina que su pequeña lucecilla puede deslumbrar al mundo, no ha percibido luces elevadas y no tiene puntos de comparación.

….No obstante, para servir al Maestro debemos utilizar todas las cualidades de que disponemos en todas las maneras posibles. Las luces con que contamos no deben quedar escondidas bajo el celemín. No sólo es necesario el poderoso faro del Instructor del Mundo: que también alumbren la costa las lucecillas. Tan brillante es la luz del faro que muchos se deslumbran; y hay quienes nunca elevan la vista y no advierten su existencia. Para estos sirven las luces menores, más al alcance de su comprensión. Mucho podríamos ayudar a los que no están en condiciones de recibir la ayuda de los grandes seres. Cada quien tiene su lugar, pero no hay que desear brillar por satisfacción personal. Eso sería ridículo.

CRITERIO TRIPLE

No habléis mucho. Es mejor hablar poco; mejor aún es callar hasta que estéis seguros de que lo que vais a decir es verdadero, es bueno, y puede ayudar a otros. Antes de hablar, pensad cuidadosamente si lo que vais a decir posee estas tres cualidades. De no ser así, no lo digáis. (tomado de "A los pies del Maestro")

A.B.- Los que gustan de estar hablando siempre, no siempre pueden decir cosas sensatas. Por eso dicen cosas que mejor sería no escuchar, y contribuyen a aumentar la tremenda murmuración que hay en el mundo, causando así tremendos daños al permitirse ser dominados por la lengua en lugar de ser ellos quienes la dominen. Y aquí nos llega una enseñanza que con frecuencia he oído decir al Maestro: Antes de hablar, piensa si lo que vas a decir es cierto, bondadoso y capaz de dar ayuda; y si no tiene estas tres condiciones... ¡cállate! Esto te hará tardo para hablar, y gradualmente irás advirtiendo que hablas menos, lo cual resulta muy conveniente.

….La gente charlatana derrocha energías que deberían ser empleadas en cosas útiles. Quien mucho habla, poco trabaja por lo general. Podrán ustedes pensar quizás que estas indicaciones sobre el hablar podrían aplicarse bien a mí, que siempre estoy dando conferencias. Pero aparte de mi trabajo, no hablo mucho. He perdido la capacidad de hablar de cosas fútiles, por lo que es frecuente que los demás se sientan desconcertados con mi silencio. En occidente, tengo con frecuencia que esforzarme para hablar porque el silencio se toma como aspereza de carácter, como orgullo, o como muestra de pocos deseos de agradar. Como es natural, carezco de facilidad de expresión cuando no tengo nada definitivo y útil que decir. Hablen, pues, cuando tengan buenas razones para ello; cuando lo que van a decir sea conveniente, cuando el hablar sea consecuencia de su amabilidad hacia los demás. No es este hablar el que debe evitarse, sino el hablar inútil. Cada palabra inútil es un ladrillo que ustedes van poniendo en la pared que los separa del Maestro, y ésta es una consideración seria para los que quieren llegar a Él.

DOMINAR LA LENGUA

….Quien mucho habla no puede decir Verdad. Tal vez no dirá falsedades de manera consciente y perversa, pero no siempre podrá hablar con exactitud; y la inexactitud es falsedad. Es difícil hallar algo peor que vivir en una atmósfera de falsedad, tal como la que siempre crea el proclamar inexactitudes. Con frecuencia recibo cartas que no son más que un cúmulo de palabrería con algún contenido de hechos. En todos los asuntos ordinarios de la vida aprendemos a descartar las exageraciones. Cuando recibo cartas con quejas hacia otras personas -y conste que recibo muchas de éstas- juzgo la base que puedan tener, primeramente por mi conocimiento del carácter de quien las escribe, e interpretando también el estado de ánimo en que pudo haber estado al escribirlas. El Manú dijo que quien ha dominado la lengua lo ha dominado todo, y un instructor cristiano dijo: »La lengua es un miembro pequeño pero se jacta de grandes cosas. ¡He aquí, cuán grande bosque enciende una pequeña chispa!» [Santiago 3:5-6] Dominar la lengua es dominar la naturaleza inferior. Los pequeños inconvenientes con que tropieza el hombre son, en su mayoría, resultado de sus palabras ociosas -la reacción que producen. Los dolores de cabeza, las indisposiciones, la depresión, etc., son sus resultados. Si las personas que sufren esas contrariedades aprendieran el silencio, pronto mejoraría su salud física, tanto porque ya no desperdiciarían su energía nerviosa que derrochan con su charlatanería, cuanto porque no estarían pagando constantemente las deudas kármicas que resultan de su palabra ociosa. Debemos recordar que Pitágoras exigía a sus discípulos dos años de silencio. Debemos dar importancia a este hecho porque él fue el maestro a quien ahora conocemos bajo el nombre de Kuthumi, el instructor tanto de Alcyone como de Monseñor Leadbeater.

VOTO DE SILENCIO

….En India hay muchos yoguis llamados munis, que han hecho votos de silencio tal cual lo indica su nombre. En ese país siempre se ha reconocido la importancia del silencio. Conozco a una persona que ha dado cumplimiento a esos votos durante diez años, de lo que ha derivado una gran paz y dignidad porque ha podido conducir su vida mucho más espiritualmente que si no lo hubiera hecho. Claro está que para la mayoría de nosotros, mientras vivamos en el mundo sería imposible cumplir con un voto semejante, pues tenemos la obligación de hacer en él trabajos de toda índole; pero bien podemos y debemos seguir el espíritu de esta enseñanza, guardando silencio siempre que nos sea posible, sin ofender a los demás.

….La necesidad de observar y evaluar constantemente nuestros actos es también valiosa como entrenamiento para un mayor recogimiento de sí. Tenemos que decir algo, pero previamente decididos a no decir más que lo que satisfaga la regla de la bondad y la utilidad. Es una buena práctica la de hacerse el propósito de cumplir con esta regla durante todo un día; decidirse por la mañana a no decir ni una sola palabra ociosa durante todo el día; así, por lo menos se habrá logrado vivir bien un día. Nuestros hermanos jainistas utilizan esta clase de ejercicios para entrenarse en la auto-observación y en el control de la memoria. Por la mañana se proponen no hacer determinada cosa durante todo el día, aunque tal cosa carezca por completo de importancia. Al auto-observarse de esta manera, van adquiriendo la costumbre de controlar sus hábitos y tendencias, lo que viene a traducirse en la extinción del hábito del descuido. El Señor Buddha insistió mucho en este mal del descuido de la conducta; esto es, en la carencia de reflexión que hace que el hombre cometa tantos disparates.

PALABRA VERSUS ACCIÓN


C.W.L.- Los que gastan todo su tiempo en ociosa locuacidad no siempre hablan de manera inteligente y útil; más aún, no pueden ser veraces. Los que siempre están hablando a la ligera dicen necesariamente algunas cosas que no son ciertas, aún cuando esas falsedades no sean intencionales. Profieren toda clase de inexactitudes, y luego se disculpan diciendo: "No tuve la intención de falsear, por lo que no tiene importancia." Lo que produce resultados no es lo que se quiere hacer sino lo que se hace. Si ustedes cometen una torpeza, no altera su carácter el hecho de que haya habido buena intención; el karma no se modifica por esta circunstancia. La buena intención, si es de carácter definido, puede traer sus beneficios; pero la torpeza cometida acarreará mal karma físico. Cuando un hombre dice algo y luego se corrige: "Sí, me equivoqué, eso no era así", ha dicho una falsedad aún cuando fuera sin intención; pero de cualquier manera, ha hecho una aseveración falsa. Disculparse diciendo que no tenía la intención de decir una falsedad es como tratar de disculparse por haber disparado accidentalmente contra otro, diciendo que no sabía que la escopeta estaba cargada. Era preciso suponer que el arma estaba cargada hasta cerciorarse de que efectivamente no lo estaba.

….Sería una práctica muy conveniente la de decidirse a estar seguros de no haber dicho en todo el día, nada que no fuera verdadero, bondadoso y útil para la otra persona. Estaríamos todo el día muy callados, pero seguramente el mundo no perdería gran cosa por ello, y sería muy conveniente para nosotros. Por supuesto que así no podríamos sostener una conversación rápida y animada, porque tendíamos que estar deteniéndonos constantemente para pensar. Estas reglas se basan en las leyes de una moral elevada, y todo aquel que quiera hacer progresos rápidos, deberá tratar de ponerlas en práctica. Deberá modificar su carácter para estar en condiciones de observarlas, aún cuando lo lleven a entrar en conflicto con los métodos de la vida mundana. Esto podrá parecer muy rígido quizás, pero si después de examinarlo detenidamente, encontramos que lo que nos exige una vida elevada es demasiado duro, será menester que esperemos una o dos encarnaciones antes de poder lograr verdaderos progresos. No es posible hacer las dos cosas: llevar una vida fácil sin hacer esfuerzo alguno y lograr rápido progreso; pero sí podemos hacer una de las dos, y no podemos hacer ningún reproche al que estime que aún no puede hacer los esfuerzos necesarios.

OBSERVACIÓN CONSTANTE A LA PALABRA

Lo mejor es acostumbrarse desde el primer momento a pensar cuidadosamente antes de hablar, porque cuando alcancéis la Iniciación debéis fijaros en cada palabra, no sea que digáis lo que no debe decirse. (tomado de "A los pies del Maestro")

C.W.L.- Esto podría causar confusión al que no conozca los hechos referentes a la Iniciación. Si alguien pensara en divulgar lo que realmente constituye un secreto de la Iniciación, antes de pronunciar las palabras habría olvidado lo que constituye el secreto. Así es como lo que realmente es secreto queda perfectamente a salvo; nunca ha sido divulgado y nunca podrá serlo. Pero sí existe un gran peligro para el iniciado que sea irreflexivo en sus palabras. Por supuesto que puede ponerse en una situación muy embarazosa. A mí se me ha confiado determinada información de diversa índole en la que no puedo ver ningún peligro en publicarla en los periódicos; pero se me dijo que no la divulgara y así lo hago, si bien no sé por qué se me exigió tal secreto. Una promesa es una promesa y debe cumplirse como cosa sagrada. Si algunos no están de acuerdo con tal actitud sobre estas cosas, quizás sería preferible que abandonaran inmediatamente toda consideración de progreso oculto.

Mucha habladuría vulgar es insensata y vana; cuando es chismosa, es maligna. (tomado de "A los pies del Maestro")

C.W.L.- Con frecuencia, lo que nosotros calificamos como charla innecesaria se sostiene con el propósito de proporcionar a los demás un rato agradable. Tal vez no es esto más que la mala costumbre de dedicar el tiempo a charlar, cuando podríamos emplearlo mucho más útilmente en pensar. Hay sin duda ocasiones en que nos vemos obligados a decir algo que no es absolutamente necesario, a fin de complacer a los que podrían interpretar mal nuestro persistente silencio. Pero además de esto, hay mucha charla innecesaria que no persigue los fines anteriores, sino que es sólo hablar por hablar, lo cual constituye una tontería. Los verdaderos amigos pueden estar en silencio y aún así gozar de su mutua compañía, realizando una íntima comunión de pensamiento. Pero si se trata de personas que sufren cuando la conversación se interrumpe, será indispensable seguir hablando constantemente, lo cual motivará que se digan muchas cosas que sería mejor callar. Las personas muy locuaces no son sabias y, por regla general, tampoco son buenos pensadores.

ESCUCHAR ES MEJOR

Así, acostumbraos a escuchar mejor que hablar. No expongáis opiniones a menos que os la pidan directamente. (tomado de "A los pies del Maestro")

C.W.L.- Hay muchos que no pueden oír una cosa que les parezca errónea o incompleta sin contradecir inmediatamente, ocasionando de esa manera discusiones e inarmonía. Debemos comprender que no nos incumbe el corregir opiniones ni rectificar a nadie que pueda estar equivocado. Lo que sí nos toca es buscar la ocasión de ayudar a los demás de forma mesurada, y si se nos pregunta nuestra opinión sobre cualquier asunto, exponerla con calma y ecuanimidad, no con espíritu de oposición. No debemos presumir que nuestra opinión sea de gran interés para los demás; muchas veces no lo es y, por tanto, es una torpeza exteriorizarla. Una persona podrá estar plenamente segura de que tal cosa es en determinada manera, y nosotros podemos saber bien que no es así; pero lo más conveniente es dejarla hablar, pues es posible que esto le agrade y a nosotros no nos causa ningún daño con ello. Puede el individuo creer que la tierra es plana o que el sol gira en torno a ella, cosa que sólo a él concierne. Si estuviera uno en la condición de un maestro de escuela, encargado de corregir a los niños, debería corregirlos con calma y dulzura; tal sería el deber. Pero no hay nadie que desempeñe el puesto de maestro de escuela del público en general.

….Claro está que al oír una acusación contra alguien, nuestro deber es decir: "Perdone usted, pero no está en lo cierto, eso no es verdad," y hasta donde sea posible exponer la verdad ante la gente. Esto tendría lugar en el caso de una persona indefensa; sería nuestro deber el defenderla.

LAS CUATRO CUALIDADES

En resumen, las cualidades son: saber, querer, osar y callar; y la última es la más ardua de todas. (tomado de "A los pies del Maestro")

C.W.L.- Sostienen los Rosacruces que todo aquel que desee hacer progresos ocultos deberá resolverse a saber, querer, osar y callar. Debemos conocer las verdades de la naturaleza y osar emplearlas. Para utilizar los grandes poderes que nos sean otorgados, debemos contar con una voluntad fuerte que pueda controlarlos y auto-controlarnos. Y entonces, cuando podamos hacer todo eso, deberemos saber lo suficiente para guardar silencio al respecto.




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LOS OBSERVADORES SILENCIOSOS




Los Observadores Silenciosos son vastos seres que han sostenido en balance por mucho tiempo todos los mundos dentro de mundos y mantienen el entretejido de las rejillas en múltiples dimensiones. Ellos se movieron a su posición justo antes de la creación del Tiempo a fin de servir como piñones de estabilización para este universo dimensional. Los Observadores Silenciosos ven y sienten todo.

Algunos de nosotros hemos servido como Observadores Silenciosos por mucho tiempo. Hemos sido profundamente entrenados para no dejar nuestras posiciones y para no distraernos de nuestro propósito ni siquiera por un instante. Cuando ocurren Zonas Nulas dentro de los mundos que estamos observando en forma contínua, nuestra vieja respuesta era la de sujetar la rejilla más fuertemente aún para devolverla a una posición de estabilidad y balance.

Sin embargo, durante 2010 comenzamos a responder de maneras novedosas. Esta nueva respuesta no vino de instrucciones externas o de órdenes recibidas desde Lo Alto ya que el tiempo de recibir instrucciones de fuentes externas ha terminado. Ya no hay más mensajes que recibir desde Lo Alto -- PORQUE NOSOTROS LO SOMOS.

Estas nuevas respuestas vienen de una activación dentro de nuestros propios bancos de memoria celular. Se trata de información que ha sido codificada dentro de nosotros desde el momento en que nos iniciamos como Observadores Silenciosos. Nuestra nueva respuesta permitió a las rejillas expandirse a fin de que todo pudiese moverse libremente hacia sus nuevas posiciones. La expansión de las rejillas causó que nos desengancháramos de nuestras viejas coordenadas para permitir alinearnos con una nueva serie de coordenadas que nos trasladaran a un Nuevo Paradigma.

El rol de los Observadores Silenciosos ha cambiado nuevamente en 2011. Ellos ya no quieren observar los mundos dentro de mundos de manera desapasionada y desde un lugar de entrenada neutralidad. Mas bien, ellos desean entrar y sentir todo. Ellos desean AMAR y SER AMADOS con todo su ser. Ellos desean desempeñar un rol más activo en este cambio trascendental de espirales evolutivas.

Los Observadores Silenciosos no están separados de nosotros. Nosotros somos a la vez seres físicos y Observadores Silenciosos. Ellos son simplemente una parte de nuestra vastedad como seres infinitos que somos. Podemos beneficiarnos grandemente si fusionamos conscientemente ambos aspectos de nosotros y los habitamos simultáneamente. Esto ofrece al aspecto de Observador Silencioso en nosotros la oportunidad de participar completamente en la vida física sobre la Tierra. Alinearnos con la parte de Observadores Silenciosos en nosotros nos ayuda a estar balanceados y mantener una perspectiva mucho más amplia.

Como todos sabemos, el 2011 es un año trascendental de cambio. Es un año lleno de trastornos sin precedente, en que el mundo de la dualidad colapsa y nace el Nuevo Mundo. Una de las cosas que más podemos hacer para ayudarnos en estos tiempos es convertirnos en Observador Silencioso durante un par de minutos cada día.

No solo tiene esto un tremendo efecto sobre lo que está pasando en los mundos dentro de mundos, sino que nos ayuda a ganar una perspectiva mayor acerca de lo que realmente está sucediendo. Aunque una parte de nosotros se mantiene en la Tierra experimentando los cambios masivos de estos tiempos tumultuosos, existe una parte más vasta de nosotros que entiende profundamente el por qué de todo lo que está sucediendo y sabe que TODO ESTA BIEN.


Pasar unos minutos cada día como Observadores Silenciosos nos ayudará a vivir sin quedar choqueados ni desbalanceados ante los constantes trastornos y nos proveerá de aceptación total y conocimiento de lo que verdaderamente está sucediendo. Nos otorga la fortaleza, la autoridad y el empoderamiento que necesitamos para nuestra vida diaria y para nuestro servicio al mundo.


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ES DIFÍCIL SI TÚ PIENSAS QUE LO ES






El valor que tiene cualquier experiencia para nosotros, es el valor que le ponemos en nuestro pensamiento. Una pequeña reflexión demostrará que esto es cierto a través de la gama completa de la experiencia humana. La misma situación desagradable por la que un hombre se reiría y olvidaría, significa para otra persona un corazón roto seguido por la muerte.

Una "gran" dificultad es lo que nosotros consideramos grande. Para Dios no hay, demostraciones grandes y pequeñas. Grande y pequeño son cualidades que yacen en nuestro pensamiento. Curar a un moribundo parece una gran demostración para nosotros y curar un dedo lastimado, parece una pequeña demostración, pero para Dios, una no es más difícil que la otra.

Si creyéramos que es tan fácil levantar a un muerto como curar un resfriado, lo haríamos así de fácil. Si creyéramos tan fácil demostrar una casa como un lápiz, demostraríamos una casa con tanta facilidad como un lápiz.

Minimiza el problema que estés tratando. No le des importancia en tu pensamiento. No lo trates con tanta insistencia. Un sentimiento positivo, constructivo y despreocupado es muy valioso, y mientras menos preocupado estés por tu demostración, más rápido vendrá esta. Si sientes que puedes esperar un año ella probablemente llega la semana próxima. Si puedes tener la certeza que la demostración vendrá y no te importa cuándo, probablemente llegue mañana.

El apuro y la presión son las, cadenas que colocamos sobre nuestras almas.


La plegaria de san Francisco






Señor, hazme un instrumento de tu paz.

donde haya odio, déjame sembrar amor;

donde haya perjuicio, perdón;

donde haya duda, paz;

donde haya desesperación, esperanza;

donde haya oscuridad, luz;

donde haya tristeza, júbilo.

Oh, divino Maestro, concédeme que no busque tanto

ser consolado como consolar,

ser comprendido como comprender,

ser amado como amar.

Porque es en el dar que recibimos;

es en perdonar que somos perdonados;

es en morirnos que nacemos a la vida eterna.


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LA VIDA ES UNA ESCUELA







La vida es una escuela y cada vida es un grado más adelantado que el último. Si una vida es plena y la que sigue pobre, es porque se desperdició algo o que se dejó de aprovechar y hay que rehacerlo de nuevo.

El karma es la ley de Causa y Efecto; la casualidad no existe; todo tiene una causa, toda causa tiene un efecto. Hay karma bueno y karma malo, es la deuda que contraemos por el mal que hemos hecho y el cobro por el bien que se hizo.

El Ser Divino es Señor del Karma. En él no existe Karma.

¿Es posible borrar un karma malo?

Sí, mirando al Ser Divino; acostumbrándonos a habitar su morada. El Salmo 91 lo dice. Además, al adquirir el ser humano lo que se llama "la Conciencia Espiritual", que es estar pendiente de cumplir la leyes divinas. Al estar en este estado ya no se está debajo de las leyes materiales, se está bajo la "gracia". Se tiene el derecho de invocar las leyes superiores y muchos de los efectos kármicos son disueltos automáticamente por efecto de que el individuo eleva a menudo su pensamiento. El mismo no se da cuenta de su privilegio, si no cuando compara lo que le ocurre a otros y que le es evitado a él; en ese momento se asombra y se le ocurre que él está protegido por una Presencia invisible.

Las reencarnaciones cesan cuando el individuo ha desarrollado el amor por todos sin distinción. Cuando sabe colocarse en el lugar del otro y comprender el motivo que lo impele a actuar como actúa. Cuando siente que no tiene nada que perdonar porque lo que quieran que le hayan echo es simplemente reacción natural de un plano inferior de evolución. Ese individuo ya no tiene nada que aprender y no tiene que regresar a este plano.

La meta es el amor. Los que han sido enemigos en una vida, a menudo nacen madre e hijo, o hermanos, en la próxima vida para obligarlos a amarse. La naturaleza siempre busca unir por medio del Amor. Curar y reformar por el Amor.


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Todo secreto tiene un tesoro guardado: la luz pública.

Y es secreto todo aquello de lo que no se habla públicamente, hasta ahora. Aquello que es políticamente incorrecto. Como por ejemplo la verdad de adentro, la del corazón.

Lo de afuera es el mundo de las apariencias y el qué dirán. Donde las formas esconden el fondo. Y las máscaras cubren los rostros. Es la película de ficción donde todos actuamos a ser lo que no somos. Es el viejo drama de los buenos contra los malos que luce cada día más tedioso y cansado.

Por fuera la realidad se ve del carajo. Por dentro es otra cosa.

Cuando cambias la forma de ver las cosas, desde adentro, las cosas cambian de forma por fuera.

Adentro nadie es culpable: todos somos responsables.

Uno es el creador de su propia realidad. Hacerse responsable es descargarse de culpas ajenas. Es conectarse a la fuerza vital que palpita en el corazón. El corazón es la red que nos une a todos.

Por dentro la película es de verdad: la vida es un milagro y nosotros somos el tesoro guardado. Nadie compite porque todo se comparte. Nadie lucha porque todo fluye.

Adentro, en el corazón, está el tesoro guardado: es para compartir, es luz pública. Dar lo mejor de uno para recibir lo mejor de todos.







Por Santiago Pando




El desdoblamiento astral





Nosotros los seres humanos, en nuestro diario vivir, somos manejados por fuerzas subjetivas e inconscientes, a través de las cuales se manifiesta el pensar, el sentir y el actuar humano. A esas fuerzas inconscientes, las religiones les llaman pecados, en la Gnosis, les llamamos yoes ó defectos. Esas fuerzas, esos defectos de tipo psicológico residen en nuestro subconsciente. El subconsciente es llamado en la Ciencia Gnóstica: la ciudad psicológica. En nuestra ciudad psicológica residen Yoes o defectos de Ira, orgullo, robo, vanidad, pereza, lujuria, codicia, violencia, egoísmo y sus miles de manifestaciones. Esos defectos han sido creados a través del tiempo y del espacio, vienen por tanto de nuestras vidas anteriores.

Explicamos: El ser humano es un compuesto de cuerpo y alma, pero más que cuerpo es un alma. Estos cuerpos están unidos por un cordón de plata. San Pablo nos dice en la Biblia: "Poseéis cuerpo carnal y cuerpo espiritual".

Cuando la persona duerme, el ALMA o cuerpo astral sale del cuerpo físico por la glándula pineal rumbo a la cuarta dimensión o mundo de los sueños.

En el sueño nos vemos como en una película, en donde cada uno es el actor principal.

En el sueño y con el ALMA en estado inconsciente, sin saber el por qué, podemos viajar a otras ciudades, a otros países, hablar con personas que no conocemos, hablar con las ALMAS de personas que ya murieron, ver cosas que van a suceder, etc.

Al despertar, el ALMA penetra nuevamente al cuerpo físico y es posible que la persona traiga o no el recuerdo de sus sueños.

Disponemos de prácticas para que usted mismo vea salir su alma del cuerpo, su cuerpo físico acostado y posteriormente se desplace conscientemente a cualquier lugar del espacio infinito.


La Salida en Astral...

Existe una ciencia y una sabiduría desconocida por la ciencia moderna. Los sabios y Maestros del pasado conocían la forma de viajar mas allá del tiempo y del espacio, para descubrir los secretos del Universo.

Por siglos esta información se ha mantenido oculta, pero en esta página revelaremos este misterio. Entregamos la llave para penetrar conscientes a la 5ª dimensión de la naturaleza, al mundo de lo desconocido, al mundo de las grandes revelaciones, o sea, la región astral.

Los iniciados, para viajar a esa 5ª dimensión utilizamos una poderosa clave: El desdoblamiento Astral.

El desdoblamiento astral consiste en desprenderse a voluntad del cuerpo físico a la hora de dormir y viajar a la 5ª dimensión superior, también conocida como la Primera Región de los Cielos.

Con el desdoblamiento astral podrás adquirir la sabiduría de los profetas, viajar a lugares jamás imaginados, ver el pasado y el futuro, conocer civilizaciones de otros planetas y abrir las puertas al conocimiento universal.


Si os interesa el tema...


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Extraído http://www.concienciadeser.es/principal/desdoblamiento_astral.html








Memorándum de Dios








PARA: TI

DE: DIOS



Pide consejo. Escucho tu lamento.

Este atraviesa la oscuridad, se filtra entre las nubes, se mezcla con la luz de las estrellas, y encuentra su camino hacia mi corazón montado en un rayo del sol.

Me he angustiado al escuchar el lamento de una liebre atrapada en el cepo, por el gorrión que ha caído de su nido, por un niño que yace en una charca, o por el hijo que derrama su sangre en una cruz.

Sabe también que te escucho. Está en paz. Está tranquilo.

Tengo consuelo para tu pena, ya que conozco su causa... y su cura.




Lloras por todos tus sueños infantiles que se han desvanecido con los años.

Lloras por tu dignidad que ha sido corrompida por el fracaso.

Lloras porque tu potencialidad que ha sido cambiada por seguridad.

Lloras por tu individualidad que ha sido pisoteada por la gente.

Lloras por tu talento que ha sido desperdiciado por el mal uso.

Te consideras desgraciado y te volteas aterrado a causa de la imagen que ves en el estanque. ¿Quién es esta mofa humana que te observa con insensibles ojos de vergüenza?

En dónde está la gracia de tus modales, la belleza de tu figura, tu agilidad de movimientos, tu claridad de pensamiento, el esplendor de tu conversación? ¿Quién se robó tus bienes?

Conoces la identidad del ladrón como la conozco yo?

En una ocasión posaste la cabeza en una almohada de hierba en el campo de tu padre y observaste una catedral de nubes y supiste que, a su tiempo, todo el oro de Babilonia sería tuyo.

En una ocasión leíste muchos libros y escribiste muchas cuartillas, convencido, sin temor a equivocarte, que igualarías y superarías toda la sabiduría de Salomón.

Y las estaciones desembocarían en los años hasta la eternidad; serías el rey supremo de tu propio paraíso.

¿Recuerdas quién implantó en tu ser aquellos planes, sueños y semillas de esperanza?

No puedes recordarlo.

No recuerdas ese momento en el cual emergiste del vientre de tu madre y posé mi mano sobre tu suave frente.

¿Y el secreto que murmuré en tu pequeño oído cuando te concedí mis bendiciones?

¿Recuerdas nuestro secreto?

No puedes recordarlo.

El paso de los años ha destruido tus recuerdos, ya que ha llenado tu mente con el miedo, la duda, la ansiedad, el remordimiento, el odio, porque no hay lugar para los recuerdos agradables en donde habitan estas bestias.

No llores más. Estoy contigo... y este momento es la línea divisoria de tu vida. Todo eso que ha tenido lugar antes no fue más que un lapso parecido al que pasaste dormido en el vientre de tu madre.

Lo pasado está muerto. Permite que los muertos entierren a sus muertos.

En este día regresas de tu muerte viviente.

Este día, al igual que Elías con el hijo de la viuda, me extiendo sobre ti tres veces y te devuelvo la vida.

En este día, al igual que Eliseo con el hijo de la sunamita, pongo mi boca sobre la tuya, mis ojos sobre los tuyos y mis manos sobre tus manos, y tu carne recobra el calor.

En este día, al igual que Jesús en la tumba de Lázaro te ordeno que salgas de tu sepultura para empezar una nueva vida.

Este es tu aniversario. Esta es tu nueva fecha de nacimiento. Tu primera vida, al igual que en una obra de teatro era solamente un ensayo. Esta vez el telón está subido. Esta vez el mundo observa y espera para aplaudir. Esta vez no fallarás.




Enciende tus velas. Cómprate tu pastel. Sirve el vino, Has renacido.

Al igual que la mariposa al salir de su crisálida, volarás... vuela tan alto como desees, y ni las avispas ni las libélulas ni las cadenas de la humanidad obstaculizarán tu misión o búsqueda de las verdaderas riquezas de la vida.

Siente mi mano sobre tu cabeza.

Atiende a mi sabiduría.

Déjame compartir contigo, otra vez, el secreto que escuchaste a la hora de tu nacimiento y que has olvidado

Tú eres el milagro más grande. Eres el milagro más grande del mundo.

Esas fueron las primeras palabras que escuchaste. Después lloraste.

Todos lloran.

Entonces no me creíste... y nada que corrija tu incredulidad ha pasado en estos años intermedios.


¿Cómo podrías ser un milagro cuando te consideras un fracaso hacia las tareas más sencillas? Cómo puedes ser un milagro cuando tienes poca confianza para manejar la más trivial de las responsabilidades? ¿Cómo es posible que seas un milagro cuando llega a estremecerte la duda y permaneces alerta sobre cómo obtener el alimento de mañana?

Es suficiente. La leche que se derrama es amarga. Sin embargo, ¿Cuántos profetas, cuántos sabios, cuántos poetas, cuántos artistas, cuántos compositores, cuántos científicos, cuántos filósofos y mensajeros he enviado para que te hablaran de tu divinidad, de tu potencialidad para asemejarte a mí, y los secretos para lograrlo? ¿Cómo les trataste? Sin embargo, te sigo amando y estoy ahora a través de estas palabras, para cumplir con el profeta que anuncia que el Señor posará nuevamente su mano, por segunda ocasión, para recuperar los indicios de su pueblo.

He posado mi mano nuevamente.
Esta es la segunda vez.
Eres mi indicio.

Es inútil preguntar, ¿no sabías, no escuchaste, no se te dijo desde el principio? ¿No entendiste la creación de la Tierra?

No has sabido; no has escuchado; no has entendido.

Se te ha dicho que eres una pieza especial del trabajo, noble en razón, infinito en facultades, expreso y admirable en forma y movimiento igual que un ángel en acción, como un dios encarcelado.

Se te ha dicho que eres la sal de la tierra.

Se te dio el secreto para mover montañas, para realizar lo imposible.

No le creíste a nadie. Quemaste tu mapa de la felicidad: abandonaste tu derecho a tener paz mental; apagaste las velas que habían sido colocadas a lo largo de tu ruta hacia la gloria, y después vacilaste, perdido y aterrado, en la oscuridad de la futilidad y la autocompasión, hasta que caíste en el infierno que era tu propia creación.

Entonces lloraste y golpeaste tu pecho y maldijiste la suerte que se había adueñado de ti.

Rehusaste aceptar las consecuencias de tus propios pensamientos mezquinos e insignificantes acciones, y buscaste un chivo expiatorio a quien culpar de tu fracaso. ¡Con cuánta rapidez lo encontraste!

¡Me culpaste a mí!

Gritaste que tus defectos, tus mediocridades, tu falta de oportunidad, tus fallas... eran la voluntad de Dios!

¡Estabas equivocado!

Hagamos un inventario. Primero hagamos la cuenta de tus defectos. ¿Cómo voy a pedirte que construyas una nueva vida si no cuentas con las herramientas?

¿Estás ciego? ¿Sale y se mete el sol sin que tú lo atestigües?

No. 

Puedes ver... y los cien millones de receptores que deposité en tus ojos te permiten gozar de la magia de una hoja, de un copo de nieve, de un estanque, una águila, un niño, una nube, una estrella, una rosa, el arco iris... y la mirada del amor.
Anota un don.

¿Estás sordo? ¿Puede reír o llorar un bebé sin que te des cuenta?

No. 

Puedes oír... y los veinticuatro mil filamentos que puse en cada uno de tus oídos vibran con el viento de la arboleda, con las mareas que chocan contra las rocas, con la majestuosidad de una ópera, con el canto de un petirrojo, con el juego de los niños... y con la palabra te amo.
Anota otro don.

¿Eres mudo? ¿Se mueven tus labios y sólo emiten saliva?

No. 

Puedes hablar... ninguna otra de mis criaturas puede hacerlo, y tus palabras pueden calmar al enojado, animar al abatido, estimular al cobarde, alegrar al triste, acompañar al solitario, premiar al valeroso, alentar al vencido, enseñar al ignorante... y decir te amo.
Anota otro don.

¿Estás paralítico? ¿Ocasiona tu invalidez que te despojen de tu tierra?

No. 

Te puedes mover... No eres un árbol condenado a una pequeña porción de tierra, mientras el mundo y el viento abusan de ti. Puedes pasear, correr, bailar, y trabajar, ya que dentro de tu ser he diseñado quinientos músculos, doscientos huesos y siete mil nervios que están sincronizados para obedecerte. Anota otro don.

¿Ni amas ni te aman? ¿Te oprime la soledad día y noche?

No. 

Jamás. Ahora conoces el secreto del amor, que consiste en que para recibir amor debe entregarse sin reciprocidad. Amar por satisfacción u orgullo, no es amar. El amor es un regalo por el cual no se exige nada a cambio. Ahora sabes que el amor sin egoísmo es su recompensa. Y aun cuando el amor no sea devuelto no está perdido., ya que el amor que no es recíproco regresará a ti y ablandará y purificará tu corazón.
Anota otro don. Cuenta doble.

¿Es débil tu corazón? ¿Tiene que luchar y esforzarse para mantenerte con vida?

No. 

Tu corazón es fuerte. Pon tu mano sobre el pecho y siente su ritmo, bombeando hora tras hora, día y noche, treinta y seis millones de latidos al año, año tras año, despierto o dormido, impulsando la sangre a través de cien mil kilómetros de venas, arterias, y que llevan... más de dos millones de litros de sangre al año. El hombre jamás fue creado como una máquina. Anota otro don.

¿Estas enfermo de la piel? ¿Las personas se vuelven horrorizadas cuándo te acercas?

No. 

Tu piel está limpia y es una maravillosa creación que sólo necesita que la cuides con jabón, aceite, cepillo y cariño. Con el tiempo todas las armaduras se oxidarán y herrumbrarán, no así tu piel. Finalmente, hasta el más fuerte de los metales se deteriora por el uso, mas no la cubierta que he creado a tu alrededor. Se renueva constantemente; las células viejas son reemplazadas por las nuevas, de igual forma que tu viejo ser es reemplazado por el nuevo. Anota otro don.

¿Se están desbaratando tus pulmones? ¿Lucha tu aliento de vida por poder entrar en tu cuerpo?

No. 

Las puertas a la vida te sostienen hasta en el más vil de los ambientes que tú has creado y trabajan siempre para filtrar el oxígeno que da la vida a través de seiscientos millones de alvéolos que se encargan de librar a tu cuerpo de los desperdicios gaseosos.
Ahora, anota otro don.

¿Está envenenada tu sangre? ¿Está diluida por el agua y la supuración?

No.

En tus cuatro litros de sangre existen veintidós millones de células y dentro de cada célula existen millones de moléculas, dentro de cada molécula hay un átomo que oscila más de diez millones de veces por segundo. Cada segundo mueren dos millones de tus células sanguíneas para ser remplazadas por dos millones más en una resurrección que ha continuado desde el día de tu nacimiento. De la forma en que esto ha sucedido siempre en tu interior, sucede ahora en tu exterior. Anota otro don.

¿Eres retardado mental? ¿No puedes pensar por ti mismo?

No. 

Tu cerebro es la estructura más compleja del universo. Lo sé. Dentro de sus mil o más gramos hay trece mil millones de células nerviosas, más de tres veces más células que personas habitan tu planeta. Para ayudarte a archivar cada percepción, cada sonido, cada sabor, cada olor, cada acción realizada por ti desde el día en que naciste, he implantado en tus células más de mil trillones de moléculas proteicas. Todos los sucesos de tu vida se encuentran ahí esperando a que los recuerdes. Y, para ayudar a tu cerebro en el gobierno de tu cuerpo, he dispersado en tu organismo cuatro millones de estructuras sensibles al dolor, quinientos mil detectores táctiles y más de doscientos mil detectores de temperatura.

Ninguna nación protege sus reservas de oro mejor de lo que tú estás protegido. Ninguna de sus antiguas maravillas están mejor protegidas que tú.

Tú eres mi creación más fina.

Dentro de tu ser existe la suficiente fuerza atómica para destruir cualquiera de las grandes naciones de tu mundo... y para reconstruirla.

¿Eres pobre? ¿No posees oro ni plata?

No. 

¡Eres rico! Hemos contado juntos tu riqueza. Analiza la lista.

Vuelve a contar. ¡Tasa tus bienes!

¿Por qué te has traicionado? ¿Por qué gritaste que todos los dones de la humanidad te habían sido negados? ¿Por qué te engañaste pensando que eras débil para cambiar tu vida? ¿Careces de talento, sentidos, capacidades, placeres, instintos, sensaciones y orgullo? ¿Por qué te arrastras en las sombras, como un gigante derrotado, esperando sólo el transporte hacia la vacía y húmeda bienvenida del infierno?

Tienes demasiadas cosas. Tus dones se derraman de tu copa... y tú has sido negligente con ellos, como un niño echado a perder por lujos, debido a que los he implantado en ti con regularidad y generosidad.

Contéstame.

Contéstate a ti mismo.

¿Qué hombre rico, viejo o joven, retardado o inútil no cambiaría a todas sus riquezas tu propio error, destruyéndote con odio hacia tu ser, autoincriminación, repulsión hacia los crímenes que has cometido contra ti y contra otros.

¿No estás perplejo?

¿No te preguntas por qué soy capaz de perdonar tus faltas, tus transgresiones, tu vergonzoso comportamiento... aun cuando tú no puedes perdonarte?

Ahora me dirijo a ti por tres razones. Me necesitas. No eres una horda de destrucción dentro de una masa gris de mediocridad. Y... eres una gran rareza.

Analiza una pintura de Rembrandt, o un bronce de Degas o un violín Stradivarius o una obra de Shakespeare. Son de mucho valor por dos razones: sus creadores eran maestros y son pocos en cantidad. Sin embargo, existe más de uno en cada especialidad.

Siguiendo este razonamiento, eres el tesoro más valioso en la superficie de la tierra, pues sabes quién te creó y no hay nadie como tú.

Nunca ha habido entre los setenta mil millones de seres que han caminado sobre el planeta desde que éste fue creado, un ser que haya sido exactamente igual a ti.

Nunca, hasta el fin del mundo, habrá otro igual a ti.

No has mostrado conciencia o aprecio de tu individualidad. Más, eres una creación única en el mundo.

De tu padre emanaron en su momento de amor supremo, un sinnúmero de semillas de amor, más de cuatrocientos millones. Todas ellas, mientras nadaban dentro de tu madre, entregaron el alma a Dios y murieron. ¡Todas, excepto una! Tú.

Sólo tú preservaste dentro del amoroso calor del cuerpo de tu madre, buscando tu otra mitad, una sola célula de tu madre, tan pequeña que se necesitarían más de dos millones de estas para llenar una bellota. Sin embargo, a pesar de las imposibilidades, y el vasto océano de oscuridad y desastre, perseveraste, encontraste la célula infinitesimal, te uniste a ella y empezó una nueva vida. Tu vida.

Llegaste, trayendo contigo, como lo hacen todos los niños, el mensaje que dice que no me he desilusionado del hombre. Dos células, ahora unidas en un milagro.

Dos células, cada una con veintitrés cromosomas y en cada cromosoma cientos de genes que regirán cada característica tuya, desde el color de tus ojos hasta el encanto de tus modales y el tamaño de tu cerebro.

Con todas las combinaciones bajo mi gobierno, empezando por ese espermatozoide solitario de entre cuatrocientos millones, de tu padre, hasta los cientos de genes en cada uno de los cromosomas de tus padres podría haber creado trescientos billones de seres, siendo cada uno diferente.

¿Pero a quién creé?



A ti. Único en su clase. Único entre los únicos. Un premio sin precio, poseedor de cualidades en mente, habla, movimiento, apariencia y acciones que nunca tuvo otro ser que haya vivido, viva o viviere.

¿Por qué te has valorado en centavos cuando tu valor es comparable a la riqueza de un rey?

¿Por qué escuchaste a quienes te menospreciaron?... y, peor aún, ¿por qué les creíste?

Recuerda. No sigas escondiendo tu individualidad en la oscuridad.

Sácala. Muéstrala al mundo. Esfuérzate por no caminar como tu hermano, ni a hablar como habla tu dirigente, ni a trabajar como trabaja el mediocre. Nunca hagas lo que otro. Nunca imites a nadie.

Como ya sabes, no debes imitar al malo, pues el que lo imita, siempre lo supera, mientras que quien imita al bueno siempre se queda corto... No imites a nadie. Sé tú mismo. Muestra al mundo tu individualidad y él te bañará en oro. Esta es, pues, la segunda ley.

Proclama tu individualidad.

ahora has recibido dos leyes.

¡Cuenta tus dones! ¡Proclama tu individualidad!

No tienes trabas. No eres mediocre.

Haces una señal afirmativa. Fuerzas una sonrisa. Admites tu propia decepción.

¿Y tu próxima queja? ¿La oportunidad nunca te busca?

Acepta el consejo, y eso pasará, ya que ahora te doy la ley del éxito en todo. Hace muchos siglos se dio esta ley a tus antepasados desde la cima de una montaña.

Algunos siguieron la ley y se salvaron; sus vidas estaban llenas con el fruto de la felicidad, el cumplimiento, el oro y la paz mental. La mayoría no escuchó, ya que buscaba medios mágicos, rutas tortuosas, o esperó a que el demonio llamado suerte le mandara las riquezas de la vida.

Esperó en vano... igual que tú esperaste, y después lloró, del mismo modo que tú, culpándome por su falta de suerte.

Esta ley es sencilla. Joven o viejo, mendigo o rey, blanco o negro, hombre o mujer... todos pueden utilizar el secreto en provecho propio, ya que de todas las normas, pláticas y escritos sobre el éxito y cómo lograrlo, solamente un método nunca ha fallado... si alguien te pide que le acompañes a caminar un kilómetro... acompáñalo dos.

Entonces esta es la tercera ley... el secreto que producirá riquezas y te proyectará más allá de tus sueños. ¡sigue adelante otro kilómetro!

El único medio cierto de triunfar es rendir más y mejor de lo que se espera de ti, sin importar de que se trate. Este es un hábito seguido por todas las personas de éxito desde el principio de los tiempos. Por lo tanto, te digo que el camino más seguro para condenarte a la mediocridad es realizar solamente el trabajo por el que se te paga.

No pienses que te están engañando si rindes más de lo que se te paga, ya que hay un péndulo para toda la vida y lo que trabajes, si no te es recompensado ahora, lo será mañana multiplicado por diez.

El mediocre nunca camina otro kilómetro, piensa que no vale la pena seguir adelante. Pero tú no eres mediocre. Caminar otro kilómetro es un privilegio del que debes apropiarte por iniciativa propia. No puedes, no debes, y la responsabilidad de tu fracaso son únicamente tuyos.

Ya no puedes servir recibiendo solamente la compensación que en principio será entregada, sin sufrir la pérdida de la recompensa. La causa y el efecto, medios y fines, semilla y fruto, no pueden estar separados. El efecto es la causa, el fin preexiste en los medios y el fruto está siempre en la semilla.

Camina otro kilómetro.

No te preocupes por ti mismo, ya que así servirías a un amo desagradecido. Sírvelo más.

Y en lugar de él, deja que sea yo el que está endeudado, y así sabrás que cada minuto, cada servicio extra será remunerado. Mientras mayor sea el pago retenido, mejor será para ti... y el interés compuesto en el interés compuesto es el beneficio más grande de la ley.

No puedes ordenar el éxito, sólo puedes merecerlo... y ahora conoces el gran secreto necesario para merecer su extraña recompensa.

¡Camina otro kilómetro!

¿En dónde se encuentra el campo desde el cual gritaste que no existía una oportunidad?

¡Observa! Mira a tu alrededor. Vé que, en donde sólo ayer te revolcabas en la autocompasión, ahora caminas erguido sobre una alfombra de oro. Nada ha cambiado... excepto tú, pero tú lo eres todo.



 
  Eres mi milagro más grande.


Eres el milagro más grande del mundo.

Y ahora las leyes de la felicidad y el éxito son tres.

¡Cuenta tus dones! ¡Proclama tu individualidad! ¡Camina otro kilómetro!

Sé paciente con tu progreso. Para contar tus dones con gratitud, para proclamar tu individualidad con orgullo, para caminar otro kilómetro más y después otro, estos actos no pueden hacerse en un abrir y cerrar de ojos. Pues lo que obtienes con mayor dificultad, lo retienes durante más tiempo; como aquellos que ganan una fortuna, son más cuidadosos con ella que aquellos que la heredan.

Y no temas entrar en tu nueva vida. Toda adquisición noble se obtiene con sus riesgos.

Quien teme encontrar algo, no debe esperar obtener lo otro. Ahora sabes que eres un milagro. Y no existe el temor en un milagro.

Sé orgulloso. No eres un capricho momentáneo de un creador descuidado que hace experimentos en el laboratorio de la vida. No eres un esclavo de fuerzas que no puedes comprender. Eres una manifestación libre de mi ser, de mi amor. Fuiste creado con un propósito.


Siente mi mano. Escucha mis palabras.



Me necesitas... y yo te necesito.

Tenemos un mundo que reconstruir... y si se necesita de un milagro, ¿Qué es eso para nosotros?

Ambos somos milagros y ahora nos tenemos el uno al otro.

Jamás he perdido la fe en ti desde aquel día en que por primera vez te salvé de la ola gigantesca y te arrojé desamparado sobre la playa. De la forma en que mides el tiempo, esto tuvo lugar hace más de quinientos millones de años. Hubo muchos modelos, muchos cortes, muchas tallas antes de que alcanzara la perfección en ti, hace más de treinta mil años. No he hecho un esfuerzo posterior para mejorarte a últimas fechas.

¿Pues cómo voy a mejorar un milagro? Eras una maravilla que contemplar y me sentía satisfecho. Te di este mundo y el dominio sobre él. Después, para que fueras capaz de alcanzar el máximo de tu potencial, posé mi mano sobre ti, una vez más, y te doté de poderes desconocidos para todas las demás criaturas del universo, aún hasta hoy.


Te di el poder de pensar

Te di el poder de amar

Te di el poder de determinar

Te di el poder de reír

Te di el poder de imaginar

Te di el poder de crear

Te di el poder de planear

Te di el poder de hablar

Te di el poder de rezar


Mi orgullo era que no conocías ataduras. Eras mi creación última, mi mayor milagro.

Un ser vivo completo. Uno que puede adaptarse a cualquier clima, a cualquier trabajo pesado, a cualquier desafío. Uno que puede crear su propio destino sin ninguna interferencia por mi parte. Uno que puede traducir cualquier sensación, o percepción, no por el instinto, sino mediante el pensamiento y el análisis en cualquier acción que sea mejor para él y para toda la humanidad.

Así pues, llegamos a la cuarta ley del éxito y la felicidad... ya que te di un poder más, un poder tan grande que ni los ángeles lo poseen.

Te di... el poder de elección.

Con este regalo te situé por encima de mis ángeles... ya que los ángeles no son libres para escoger el pecado. Te di dominio total sobre tu propio destino. Te dije que determinaras por ti mismo tu propia naturaleza de acuerdo con tu propia voluntad. No siendo ni divino ni terrestre por naturaleza fuiste libre de modelarte en la forma en que prefieras. Poseías el poder de elección para degenerar en la forma más baja de vida, pero también tenías el poder, fuerza del juicio de tu alma, de renacer en la forma más elevada, que es divina.

Nunca te he quitado tu gran poder, o sea, el de elección.

¿Qué has hecho con esta tremenda fuerza? Mírate. Piensa en las elecciones que has hecho en tu vida y recuerda, ahora, aquellos amargos momentos en los que caerías de rodillas si tan sólo tuvieras la oportunidad de elegir nuevamente.

Lo pasado, pasado está... y ahora conoces la cuarta gran ley para la felicidad y el éxito...

Usa sabiamente tu poder de elección.


Elige amar... en lugar de odiar

Elige reír... en lugar de llorar

Elige crear... en lugar de destruir

Elige perseverar... en lugar de renunciar

Elige alabar... en lugar de criticar

Elige curar... en lugar de herir

Elige dar... en lugar de robar

Elige actuar... en lugar de aplazar

Elige crecer... en lugar de consumirte

Elige bendecir... en lugar de blasfemar

Elige vivir... en lugar de morir


Ahora sabes que tus desventuras no eran mi voluntad ya que todos los poderes empleados sobre ti, y el monto de acciones y pensamientos que te situaron en el rechazo de la humanidad eran lo que tú hacías, no yo. Mis regalos de poder eran demasiado grandes para tu pequeña naturaleza. Ahora te has vuelto grande y sabio, y los frutos de la tierra serán para ti.

Eres algo más que un ser humano, eres un ser humano digno.

Eres capaz de realizar maravillas. Tu potencialidad es ilimitada. ¿Cuál otra de mis criaturas ha dominado el fuego? ¿Cuál otra de mis criaturas ha conquistado la gravedad; ha caminado por los cielos; ha dominado la enfermedad, la peste y la sequía?

¡Nunca menosprecies nuevamente a tu persona!

¡No te rebajes por las cosas insignificantes de la vida!

¡Nunca ocultes tus talentos, de ahora en adelante!

Recuerda al niño que dijo: "Cuando sea un niño grande". ¿Pero qué es eso? Los niños grandes dicen: "Cuando crezca". Y los adultos dicen: "Cuando me case". Pero, ¿después de todo qué es estar casado? El pensamiento entonces cambia a: "Cuando me jubile". Y entonces, llega la jubilación y observa el panorama de lo hecho; un viento helado pasa sobre eso y de alguna forma lo ha perdido y se ha ido.

Disfruta de este día, hoy... y mañana disfruta mañana.

Has realizado el milagro más grande del mundo.

Has regresado de tu muerte viviente.

Nunca más sentirás autocompasión y cada nuevo día será un desafío y una alegría.

Has nacido nuevamente... pero igual que antes, puedes elegir entre el fracaso y la desesperación o el éxito y la felicidad. La elección es exclusivamente tuya. Yo solamente puedo observarte, como antes… orgulloso... o apenado.

Recuerda entonces las cuatro leyes de la felicidad y el éxito.

Anota tus dones.

Proclama tu individualidad.

Camina otro kilómetro.

Usa sabiamente tu poder de elección.

Y algo más, para complementar las otras cuatro leyes. Haz todo con amor... amor por ti, amor por otros y amor por mí.

Seca tus lágrimas. Sal, toma mi mano y mantente erguido. Permíteme quitarte las mortajas que te atan.

Este día ha sido notificado.

Tú eres el milagro más grande del mundo

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Anónimo