Suavidad cariñosa


Te he sentido tantas veces y nunca te he entendido o no he dado importancia a esos sucesos, a esos momentos en los cuales volaba por los sueños, incluso pensaba que no me podía traer nada bueno ya que era algo sobre lo que no podía contar a nadie, y lo curioso es que nadie me había dicho que no lo explicara sino que yo comprendía que todo aquello no se correspondía con lo que estaba viviendo, y así fueron pasando los años y me convertí en una persona normal, es decir alguien que no molesta y que esta adoctrinada para no molestar y saber lo que tiene que hacer y decir; aunque yo desconocía todas estas calificaciones y vivía sintiéndome diferente pero muy igual en los pesares y alegrías de los demás, pesares y alegrías que eran iguales para todos, casarse, tener hijos, tener una casa, tener un coche, tener una televisión, tener dinero, y tener, tener, tener. Pero no sabía que se podía tener una vida, bien paralela o bien aparte de todo lo anterior, en realidad no pensaba que la vida fuera otra cosa, incluso ya me estaba bien, me había acostumbrado estaba totalmente hipnotizada en que lo que hacía era lo que tenía que hacer. Y es curioso por ejemplo como empieza el filósofo Rene Descartes en su obra Meditaciones metafísicas - en la primera meditación. De las cosas que se pueden poner en duda, dice así:

Hace ya algún tiempo que me di cuenta de que, desde mi infancia, había tenido por verdaderas numerosas opiniones falsas, y que lo construido posteriormente sobre principios tan poco firmes no podía dejar de ser altamente dudoso e incierto; de modo que debía emprender seriamente por una vez en mi vida la tarea de deshacerme de todas las opiniones que había tomado hasta entonces por verdaderas, y comenzar completamente de nuevo, desde los cimientos.

Fantástico, gracias querido Rene tus palabras aportan energía y por supuesto sabiduría humanística existencial.

Y ahora os presento a un batallón de compañeros, de grandes maestros, que no han de faltar en nuestro equipaje el cual no necesita de maletas ni bolsas ni de nada, para el transcurrir de nuestra vida llena de todos los distintos momentos que la forman. Con amor Nuria.


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